
Para debatir acerca de lo que pasó hay otros más calificados que yo. Para mí nada más que decir.... nos quedamos sin equipo, nos quedamos sin Mundial.


De nada sirvió ponerse la camiseta del Boca, del Chacarita, del River, tampoco sirvió la bufanda de la selección que llevaba la mascota del vecino. Ni la bandera albiceleste que se asomó por semanas en la ventana. Ni las infinitas Cábalas, ni los rezos, ni las mandas, ni siquiera las Sagradas Escrituras que develaban a Argentina como el portador de la Copa del Mundo 2006.
Se acabó la fiesta, ahora, a otra cosa, qué se va a hacer.