La pintura que ilustra este post es de Zvi Ribak quien refleja la historia de mi pueblo. Una historia dedicada al estudio, a la búsqueda espiritual, a la sobrevivencia. Una historia de milagros. Como ésta historia de su Ucrania natal, que también habla de milagros:
Un vecino salía de su hogar con sus tefilím y su libro de oraciones bajo el brazo. Mi padre lo llamó y le preguntó: “¿A dónde vas? La muerte ronda en las calles, debes tener cuidado.” El vecino respondió con tranquilidad, “voy a la Sinagoga a rezar las oraciones de la mañana”.
Cuando regresó, nos relató que en el camino a la Sinagoga dos asaltantes lo habían atacado. “Ellos me apuntaron con un arma y mientras decidían como matarme miraron las cosas que llevaba. Uno de ellos me preguntó a donde me dirigía. Yo contesté: ‘A la Sinagoga a rezarle al D’s que está en los Cielos’. Al escucharon esto, uno de los asaltantes le dice al otro: ‘¿Escuchaste?, éste judío sabe que hay un D’s en el Cielo’. Y con voz de mando me ordena, Fuera de acá, corre por tu vida antes que te mate.”