lunes, octubre 31, 2005

Todo hombre .....

"Todo hombre que cambia es, con frecuencia, un traidor a los ojos de los que jamás pueden cambiar".

El 30 de enero de 1948 Mahatma Gandhi fue asesinado por un fanático hindú a menos de un año de haber logrado la independencia de la India.

El 4 de abril de 1968, el líder de color y Premio Nobel de la Paz, reverendo Martin Luther King es abatido de un tiro en la cabeza por un francotirador racista.

El 4 de noviembre de 1995, en una manifestación a favor de la paz realizada bajo la consigna "Sí a la paz, no a la violencia", el Premio Nobel de la Paz, Isaac Rabin, fue asesinado a manos de un judío israelí.

miércoles, octubre 26, 2005

La ciencia se vive

…..no se memoriza.

¿Cuánta experimentación hacen nuestros hijos en la sala de clases?, ¿cuánto experimentamos nosotros con ellos en la casa?.

Preguntas válidas luego de leer un reportaje en El Mercurio, en el cual Bruce Alberts -ex presidente de la Academia de Ciencias de EE.UU.- asegura que hay que estimular a los estudiantes a experimentar, y no agobiarlos con información.

El aprendizaje efectivo con frecuencia requiere del acceso que se tenga a cosas tangibles para los sentidos visual, auditivo, táctil y cenestésico. De tal manera que la experiencia incremente la capacidad para comprender conceptos abstractos, manipular símbolos, razonar lógicamente y generalizar.

Pero gran parte del día vemos a nuestros hijos calculando respuestas para ejercicios predecibles o resolviendo problemas no realistas. Sin sospechar que su curiosidad, su asombro se van tiñendo poco a poco de tedio y falta de interés.

Sin embargo, han existido oportunidades de valor incalculable como cuando llegan con una tremenda sonrisa y te cuentan:

-Mamá hoy día separamos el ADN de un plátano!
-Vamos a fabricar un Robot con desechos.
-Tenemos que practicar una obra de teatro.


Con la siguiente conversación sostenida con mi hijo cuando estaba en 4º básico, les quiero comentar como Inglés, una asignatura que en mi época transcurría conjugando verbos y haciendo gramática, se puede transformar en la más enriquecedora de las clases.

-¿Mamá me podrías comprar unos materiales para el colegio?.
-Claro –le contesto, -¿son para Técnico Manual?.
-¿Técnico Manual?, me pregunta –haciéndome recordar nuestra brecha generacional y que la asignatura cambió de nombre hace rato, ahora se llama Tecnología.
Rápidamente rectifico mi pregunta, -¿son para Tecnología?.
-No mamá, como van a ser para tecnología si necesito harina, huevos y polvos de hornear.
-Ahhh!, entonces los materiales son para Ciencias Naturales.
Nuevamente viene el tema de la brecha por que ahora Ciencias Naturales es Comprensión del Medio.
-No mamá son para Inglés.
-¿Para Inglés?, repito sorprendida.
-Si mamá, vamos a cocinar.
Cocinar?, en la asignatura de Inglés?, en el colegio?….repito para mi sola, bien callada para no anular toda la emoción de mi hijo.

Han pasado dos años de aquella experiencia y si tú le preguntas como lo pasó ese día me dice bkn (bakan, es decir el despiporre o el descueve, dependiendo de la edad del adulto que esté leyendo este post).

Si tú le preguntas que aprendió ese día, me dice caleta (n, harto, mucho) porque tuvo que investigar el significado de nuevas palabras para hacer la receta, convertir distintas unidades de medida, experimentar y luego exponer, obviamente en inglés, lo que había desarrollado. Es decir, utilizó el método científico en algo que él todavía recuerda como un juego.

sábado, octubre 22, 2005

SEDA



Unos ojos mudos que se cruzan con un hombre sombrío, eso es Seda de Alessandro Baricco. Pero al mismo tiempo, es la historia de un hombre con una insólita ocupación, quien contempla su vida como quien contempla un día de lluvia.

Seda es además el silencio de una mujer por un amor inalcanzable, y el grito de otra que no se resigna a no ser amada.

Seda -la historia de un joven comerciante francés, que emprende un viaje hacia el mundo oriental donde acabará persiguiendo el amor y la soledad- es la historia de aquellos que no tienen la valentía de dejarse ser tal como son.



Seda será sin duda un excelente regalo o un excelente consejo para regalar:
"Era, por otra parte, uno de esos hombres a los que les gusta asistir a su propia vida, considerando impropia cualquier ambición de vivirla….”
Nota: Gracias a Leonardo Maldonado quien con su
post del 20 de octubre, me hizo recordar tan hermoso libro.

domingo, octubre 16, 2005

Les triplettes de Belleville






Así como suceden las cosas más increíbles -de casualidad- así fue como un fin de semana cualquiera, sin más panorama que el Blockbuster, arrendamos una película para ver con los niños.
Una vez que todos nos instalados frente al televisor, en un ambiente cercano a una sala de cine; luz apagada, sonido stereo, y algo para picar, comenzaron a sucederse las primeras imágenes, imágenes que distaban mucho de la clásica película de “monitos animados”. Los niños se miraban entre ellos y me miraban a mi con cara de ¿Qué es esto? mientras yo miraba a mi marido con una interrogante aún mayor.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que “Les triplettes de Belleville” nos cautivara a todos por igual. Muy alejada de lo hollywoodense, esta película francesa de extrañas figuras ha sido uno de los últimos descubrimientos de mi marido, quien una vez más no se había equivocado en elegir una película de excelente nivel.

No quiero contarles la trama y tampoco pretendo hacer una crónica de cine, para ello les dejo un par de sitios que comentan la película con más propiedad.

Mi motivación es contarles que muchos sostienen que ésta extraña película casi muda, de dibujo antiguo, oscura y melancólica no es apta para niños, postura que por cierto no comparto. Cuando la película terminó, mis hijos no sólo se vieron beneficiados con un film agudo, creativo y sorprendente, cuyos personajes –sin duda alguna- no se regalarán con la cajita feliz de McDonalds, sino que además se quedaron con muchas ideas para reflexionar. Esto nos llevó a conversar sobre la perseverancia, fundamental en una época donde todo parece ser más fácil; de la ética, valor en retirada en un mundo que sobrevalora la relatividad y el exitismo; de los sueños y la disciplina que se requiere para alcanzarlos y de la valentía de quienes se la juegan por el otro.

Para los adultos, fíjense en los guiños de la película: Una metrópolis cosmopolita con mucho de ciudad norteamericana; Josephine Baker y su cinturón de bananas; las ranas y el coraje de los franceses de comerlas en sus variadas formas; instrumentos musicales que emiten sonidos, muy a lo Stomp. Y además escuchen atentamente la banda sonora. Simplemente un imperdible.

domingo, octubre 09, 2005

¿Felix Nussbaum?


Yo hasta hace poco no lo conocía. Lo descubrí por casualidad en la portada del libro Sefarad de Antonio Muñoz Molina. No se si fue el título del libro o el cuadro que ilustra su portada lo que me llevó a comprarlo. Lo cierto es que el libro ahí está, encima de mi velador con apenas 35 páginas leídas. Le ganó…ya no recuerdo cuál si el “Código Da Vinci” o “El Psicoanalista”. Pero el tema es que la portada: “Autorretrato con pasaporte judío” me cautivó.


Este autorretrato refleja el estado de alerta y tensión que el pintor vivía durante la Segunda Guerra Mundial. En el cuadro borra del pasaporte su nacionalidad y lugar de nacimiento, ya que a causa del rechazo y de la tortura de su gobierno, él sabe que no pertenece más a ese lugar.

Los dejo con otras dos obras de Nussbaum como:




Trio (1944)











Camp Synagogue (1941)

miércoles, septiembre 28, 2005

SABRAS LO QUE ES SER PADRE...



Sabrás lo que es ser padre cuando sientas el latido de ese pedacito de tu corazón sobre tu pecho, cuando comprendas que el fruto de tu sueño es una mirada inocente ante tu alegría.

Conocerás la dicha de ser padre cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tu hijo tranquilamente dormido, aunque tú ya no lo puedas hacer.

Únicamente sabrás lo que es hacerse padre cuando le hables aunque no te entienda aún y lo veas descubriendo asombrado una pequeña hormiga fuente de su primera lección de filosofía.

Sabrás lo que es ser padre cuando en la noche corras a comprar el remedio que necesita para aliviar su fiebre y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración.

Cuando por primera vez te diga papá, cuando ría porque lo lances al aire, cuando le impulses a dar sus primeros pasos, inequívoca señal de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea el peregrinar de su futuro.

Sabrás la maravilla que posees cuando lo lleves por vez primera al colegio y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas al alejarte el alma apenada dejándolo en medio de otros que le enseñarán a compartir.

Sabrás lo que es ser padre cuando reclame tu tiempo para ir al circo, a la playa y al paseo, cuando le enseñes a jugar y a armar rompecabezas, cuando juntos sueñen con las vacaciones de verano en que ambos se pertenecerán por completo.

Comprenderás el desafío que significa ser padre, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas cómo contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta al Viejito Pascuero y esperes la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya y descubra en tu abrazo, en tu caricia y en tu beso incondicional, cuánto le amas.

Sabrás lo que es ser padre cuando en vez de sentarte como todos los domingos a leer el diario organices el campeonato de fútbol con sus amigos, o cuando sacrifiques una noche de copas por jugar a la Gran Capital, con reglas que seguramente no te harán ganar.

Cuando en complicidad se coman el postre que era para las visitas y juntos hagan todas esas cosas que mamá siempre dice que NO se deben hacer.

Sabrás lo que es ser padre cuando veas que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tú no lo dejas, por duro que sea ver como poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.

Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.

Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir a otro lugar y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutaste en su compañía y quizás sea sólo el teléfono o la internet lo que te mantenga unido a él.

Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, y sientas que algo muy tierno se despide de tu alma. Entonces, cuando lo dejes ir con el regocijo de la tarea cumplida, sabrás lo que es saberte padre. Sólo entonces podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios, que es saberse padre.


Nota: Adaptación libre del texto de Rubén Núñez de Cáceres V.

miércoles, septiembre 21, 2005

El oficio de ser...

El oficio de ser...
Un día fui a renovar la licencia de conducir y la persona que tomaba los datos, me preguntó mi ocupación. No supe como etiquetar mi trabajo de "madre" y qué responder.
Al percatarse de esto la oficial me dijo:
-"A lo que me refiero es a sí trabaja usted o es simplemente una …"
-"Claro que tengo un trabajo, le contesté, soy mamá".
Casi sin mirarme a la cara, la oficial respondió enfáticamente, -"No ponemos mamá como opción, vamos a poner "ama de casa". Concluyendo mi trámite sin oportunidad de reparo.

Había olvidado por completo esta historia hasta que un día me pasó exactamente lo mismo, sólo que esta vez, al renovar mi pasaporte.
La funcionaria era nuevamente una mujer, una mujer de carrera, de traje sastre y gafas cuadradas cuyo título despampanante colgado en su oficina decía: "Interrogadora Oficial".
-"¿Cuál es su ocupación?", me preguntó ella.
¿Qué me hizo contestarle lo que les voy a contar?, no lo sé, pero las palabras simplemente salieron de mi boca:
-"Soy una Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas".

La funcionaria se detuvo, el bolígrafo quedó congelado en el aire y me miró como si no hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente, poniendo énfasis en las palabras más importantes.
Luego, observé asombrada cómo mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario oficial.
-"Me permite preguntarle", dijo la funcionaria, con un aire de interés, "¿qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?".
Con una voz muy calmada y pausada me escuché contestarle:
-"Tengo un programa continuo de investigación (¿qué madre no lo tiene?) de laboratorio y de campo (normalmente me hubiera referido como adentro y afuera). Estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya tengo cuatro créditos (mis hijas).
Por supuesto que mi título es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de humanidades (¿alguna madre está en desacuerdo?) y usualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad son más, como 24). Pero el trabajo tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo y, las remuneraciones están ligadas al área de la satisfacción personal".
Se podía sentir una creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria mientras completaba el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y personalmente me acompañó a la puerta.
Al llegar a casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salieron a recibirme tres de mis asociadas al laboratorio, de 13, 7 y 3 años de edad. Arriba podía escuchar a nuestro nuevo modelo experimental, en el programa de desarrollo infantil (de 6 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en vocalización.

¡Me sentí triunfante! ¡Le había Ganado a la burocracia! Había entrado en los registros oficiales como una profesional……
¿Aunque qué más distinguido e indispensable para la humanidad que ser sólo "una madre más"?.

Nota: Salvo algunos ajustes el texto no me pertenece.

jueves, agosto 18, 2005

El sentido del exito


Hoy recibí una llamada al teléfono de mi casa, de esas típicas llamadas en las cuales una voz, luego de saludar rápidamente, se lanza en un interminable discurso que apenas da tiempo para simular algún interés. Esas llamadas que al segundo de haber levantado el teléfono te arrepientes de haber contestado y comienzas a bajar la mano para cortar. Total, ya sabes lo que viene: una nueva línea de teléfono que no necesitas, un seguro de vida que no estás buscando, un crédito de consumo con la tasa más baja del mercado, un celular para el abuelo que apenas escucha o esa luna de miel de lujo que no tuviste, eso sí con el sistema de tiempo compartido. A estas alturas, salvo que estés muy aburrido ya colgaste.

La llamada que recibí hoy no era de esas –de ser así no se habrían enterado- era de una Fundación para ayudar a niños que sufren de cáncer. Menuda tarea pensé y recordé cuando fui al hospital Regional de Antofagasta –algunos años atrás- con el quijotesco intento de leer uno que otro cuento a los niños durante sus largas horas de quimioterapia. Mi oferta no fue atractiva en ese momento…..en otra oportunidad lo será.

Pero mi intensión no es comentarles acerca de mi frustrado intento de solidaridad, y llorar las penas. Mi objetivo es compartir la reflexión que dicha llamada motivó, acerca del equilibrio que le damos a nuestra vida. Equilibrio muy etéreo por lo demás, orbitando constantemente entre la búsqueda del éxito profesional y el crecimiento personal.

¿Desequilibrio tal vez?. Definitivamente y en más de algunos momentos, que se acentúa cuando me observo más y más invadida por el trabajo, por las semanas eternas de estudio, por aquellas reuniones a las que asisto por debilidad, por trámites urgentes que nunca pueden esperar, por pagos que cubrir, por imprevistos que solucionar. En fin, por un huracán de acontecimientos que conforman la carrera loca de la vida, que no da respiro para mirar a los otros, a aquellos cuyo tranco -algunas veces cansado y lento, otras con cierta desilusión- vamos dejando en el camino.

Y tal vez ahí está el equilibrio, cuando somos capaces de detenernos, mirar a ese otro y descubrir en su mirada la propuesta que transforme nuestro accionar diario, otorgándole un sentido más allá de nosotros mismos, con un significado concreto, responsable, del cual elegimos hacernos cargo. Tal como plantea Viktor Frankl para quien el hombre no llega a ser realmente hombre y no llega a ser plenamente él mismo, sino cuando se entrega a una tarea y se pone al servicio de una causa.

martes, agosto 16, 2005

Tiempo Fuera

Tiempo Fuera

No es por azar, tampoco por que suene bien, ni por parecer postmoderna el que este blog y su primera publicación se llame Tiempo Fuera.

Para muchos este nombre puede tener distintas lecturas. Para mi, tiene relación con esa expresión utilizada para indicar el período durante el cual se aleja a un niño de una situación problemática, para que pueda tranquilizarse, recordar lo que se espera de él y reorganizar sus ideas.

Ese tiempo fuera que se requiere en cualquier momento del día para alejar la mente de lo cotidiano, lo tangible, lo vital, lo urgente y repensar aquellas ideas que no por más absurdas, sean menos necesarias.

El tiempo fuera es ese tiempo esperado de reflexión.