Cadenas de odio
Algún bloggero por ahí escribió: “trato muy seriamente no tener odio hacia los judíos, pero con lo que está haciendo Israel…”
Esta frase a medio terminar es directa y no ofrece alternativa. Lamentablemente no es el único, muchos piensan de manera similar. Basta leer los diarios, los blogs y los foros de discusión para darnos cuenta que el Virus del Odio ya se ha instalado. Basta mirar los e-mails que me han enviado algunos conocidos, con cadenas solidarias que terminan convirtiéndose en cadenas de odio, que transportan el mismo virus letal.
Un virus que muta, que se trueca. Pero que ha mantenido inalterable los mismos arquetipos traspasados de generación en generación.
Y si piensan que con este post pretendo contarles la versión israelí de algunas verdades a medias que se ventilan en la prensa, o que pretendo dar cátedra sobre el derecho del Estado de Israel a defender su tierra. Están equivocados y muy alejados de mi intención.
Y es que en historias tan complejas como ésta, cada hecho se interpreta y más aún, se justifica desde la subjetividad de nuestra propia historia pasada. Lo cual nos hace particulares, lo mismo que a nuestra opinión. Cada uno es dueño de elegir la orilla a la que se quiere acercar, la verdad que quiere escuchar, la postura que quiere tomar -sea ésta informada o no, da igual, sigue siendo una decisión de cada uno.
Pero otra cosa muy distinta, es participar de la locura colectiva y compulsivamente apedrear al enemigo de turno. No tenemos derecho a esparcir el odio, gratuita e irresponsablemente, esa no es una decisión personal. Esa decisión nos atañe y nos afecta a todos los seres humanos. El odio nos transforma, nos hace perder las proporciones, nos confunde la razón y lo que es peor nos impide sospechar que ese odio no sólo se apoderó de nosotros, sino que también de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.
Otro intento de Paz: El de Noa cantante israelí y del argelino Cheb Khaled, quienes interpretan juntos una versión en hebreo y árabe de la utópica Imagine (la canción pacifista de John Lennon). La pueden escuchar en el blog de una amiga española.
